6 ene 2011

DÍA DECIMO: EL CEPELIO DE RITA





Ruego a Dios por su alma, por que haya dejado el manto y que quienes recibiéndolo pongamos en práctica las muchas cosas buenas que a través de esta persona nos enseñaste… Retumba por el corredor la voz de María Profunda, su carcajada despierta las almas y perturba toda concentración, paso a paso se dirige a su hermana, la abuela, pero antes saluda a sus hijas dándoles un pellizco en las mejillas pues las ve muy pálidas, es inevitable que esta tía abuela, no perturbe el sepelio de nuestra tía Rita, la Madre Superiora del convento al que suelo ir a confesarme y visitar a mi hermana Sor Férula María. ¿Quién me dejara entrar ahora?

Han pasado muchos años, desde la primera vez que llegando al convento impulsada por mi tía Rita, comenzamos los diálogos sobre los imposibles y trascendentales de la vida, sobre el amor y el camino de todo cristiano, sobre lo que era Dios, la iglesia, sobre las actividades pastorales y lo que deseábamos de los grupos que orientábamos. Durante algo más de dos años, entre las dos organizamos actividades, animamos la gente y creamos actividades. Tuvimos diferencias, ella esperaba que la gente fuera más agradecida, yo no esperaba nada, conozco la naturaleza humana, ella se centraba en lo religioso y yo en lo social, era mediadora entre la ONG y el convento, extraño a mi Tía, Rita Francisca de la Santísima Trancadera…

“La Cuba”, avanza y abraza a mi abuela, el rostro de mi Tía en el sarcófago expresa una sonrisa tranquila y tomadora de pelo, Hermelinda, la nueva empleada reparte café, tinto y aromática, aun la tía Profunda se ha dejado llevar por las tristezas causadas por la ausencia de la tía Rita. Su presencia ha develado viejos secretos, no sabía que aquel pasaje con el Millonario y Román alias “el Cara Cortada”, había sucedido en los Estados Unidos, cosa que me sorprendió, como también que Román, es el padre de mi tía “la Cuba”, prometo en próximas entradas revelar más sobre esto. Entre tanto veo como Sabrina espera en la puerta, alejada y guardando silencio, allá en la puerta pretende proteger el secreto dejado por mi tía Rita.

Mi tía Rita fue una gran amiga, algunas veces la acompañe a sus citas médicas y fue a mí a quien se le informo como debía manejar sus crisis de salud causadas por su problema diabético. A ella no le gustaba estar enferma y por eso quizás ya últimamente no me contaba que estaba tan mal. El 27 de Septiembre, había olvidado apagar el teléfono móvil y reposaba en mi cama con “Naikeisito”, el timbre sonó a las 5:30 a.m., la voz que emergía del aparato decía que mi tía había muerto, Férula María me decía que había muerto por culpa de un ataque, su última mirada fue para sus hermanas y cerro sus ojos, se fue… feliz.

No saben cuánto me irrita Hermelinda, esa noche descubrimos con mi tía y mi madre que ella, nuestra empleada tenía una relación con Omaira Dolores de la Santísima Trancadera ¡la abuela!, la noche anterior dormimos en la cama juntas, quizás por el temor o la ausencia, yo un poco sofocada me ubique en el suelo, quizás por eso, no se dieron cuenta que yo estaba despierta cuando en la mañana las respiraciones agitadas me distrajeron de los pensamientos que sobre mi actual novio tenia. Me puse a analizar la situación, pues en esa cama solo había cuatro mujeres, mi tía “la Cuba” en un extremo y que ahora anda casada con el “Arlequín”; al otro extremo mi madre, que anda en una etapa extraña, pero fue por eso que decidí mirar y vi a mi tía María Profunda, en que faena con la empleada, siii ¡Con Hermelinda! ¡AHHHHHHHHH!

Por esta razón, el complot no se hizo esperar en cuanto supimos que al parecer ella, Hermelinda, y la abuela llevaban un tiempo de relación… fraguamos su destierro de la cama (la cama es el lugar de donde si destierras a alguien ya has ganado), por eso y como sabemos que la dulce Hermelinda todas las noches se realiza su largo tratamiento de belleza, en el que algunas veces nos ha inmiscuido, mientras ella embardunaba su cara de cereal, nosotras invadimos la cama, al lado de mi abuela y con mi pijama floreada me acosté yo, enseguida mi tía “la Cuba” y luego mi madre, así la cama quedo llena y a ella le dejamos la cama del perro.

Si no fuera porque Hermelinda es tan eficiente la cambiaríamos, pero ¿Quién nos atendería? Quizás esa fue la razón por la cual pedimos una colchoneta extra y ubicamos allí a la empleada, quien termino acompañada por mi madre… no sepultamos a mi tía, conforme a su voluntad fue cremada y se realizaron varios homenajes en su memoria, de ellos nos queda un video antiguo, un video nuevo, una litografía y otros elementos que llevaremos al convento. Y ya me canse de escribir, aun duele el corazón al recordar a la persona ida y no me creo que sea real.

¿Qué hice hoy? “Naikeisito” me llevo a ver una película para distraer mi tristeza, recuerdo que un asesino en serie mataba ancianas para quedarse con sus apartamentos, mientras seducía a sus vecinas. Era de humor negro, la verdad sigo triste, chao mi Tía Rita, te ame mi hermana de comunidad, de vida, de sueños y proyectos, dulce viaje y gózate el cielo con sus hermosos ángeles, gócese el cielo tu presencia y no dudes en regalarnos algo de tus dones. Bye. Chao…

Melissa Campos Coghen

En Memoria De Un Ser Real Cuya Ternura Ha Dejado Una Huella Inmortal, Luisfer…



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