Hace unos días
recibí el llamado la madrina de mi tía Rita, Doña Luz Subindo e Compasivo, mujer
extranjera y madre de Hope, pues se encontraba sumida en la más profunda
tristeza, su hija y mi rival, de nuevo había sido hospitalizada en un
institución de tratamiento mental. Su voz era debilitada por la energía de su
cuerpo que escapaba tras haber tenido que internar nuevamente a su hija, se
percibía en ella la más profunda depresión, una tristeza que su alma irradiaba
por cada vello de la piel.
Tendré que
contarles algunas cosas de mi vida, antes de seguir este relato, eran los
tiempos en que dos niñas se encontraron, en un hospital y se volvieron buenas
amigas, estaban las dos enfermas de una depresión severa, pero solo una de
ellas salió del abismo ¿cómo salió del abismo? La clave está en su estadía en a
casa de Doña Luz Subindo e Compasivo.
Los días en la
casa de la madrina de mi tía Rita están llenos de complejos hechos, recuerdo
como ella era martirizada por Hope, algo que me dolía pues durante mucho tiempo
esta mujer hizo labores maternales hacia mí, esas cosas de que mi madre fue
buena a su manera, pero esta señora lo fue de otra; se quitaba el pan de la
boca para dárselo a sus hijos e hija, a cambio, de Hope recibió insultos,
desprecios, violencia psicológica y física. No niego que era demasiado
sobreprotectora y entregada como madre.
Eso me motivo a
dejar mi comportamiento y superarlo, en esa casa encontré en la imagen
decadente de sus habitantes la fuerza para ser mejor, en sus capacidades y
habilidades, los insumos para retar a la vida. Durante mi estadía recibí no
solo humillaciones sino golpes reales de los hermanos de Hope, esa es la parte
dolorosa y que me hizo fuerte ante la vida, la que transformó a una amiga en mi
más enconada rival, pero que digo si su mayor rival es ella.
Volvamos a la
historia, de días anteriores, como les conté respondí el llamado de Doña Luz
Subindo e Compasivo… sin mi tía me he dedicado a suturar algunas falencias que
su desaparición ha dejado, entre ellas, las de algunas personas necesitadas de
afecto y apoyo como esta doña, esa es la cara caritativa que queda todavía como
habito aprendido del convento.
Hope es
extremadamente dominante y caprichosa, al parecer el día anterior tras haber
humillado a sus hermanos por cuestiones de dinero, tuve un fuerte altercado con
novio, un hombre tan bello como bruto, tan bruto como para meterse con ella,
así que imaginen ustedes, por causa de esa situación se abalanzó con un
cuchillo a Doña Luz, quien por defenderse termino hiriendo de gravedad a la
bruja desalmada de Hope.
Así la tonta
esa termino en el hospital victima de su propia personalidad como siempre, pero
ahí no termino la cosa, ella del hospital fue enviada al sanatorio como tantas
veces antes y de nuevo, la muy perra se aprovecho de la situación para generar
culpas que solo ella debería cargar, como sea logro que su novio la sacara y ha
metido a prisión a la señora Luz Subindo e Compasivo, desde allá me llamo la
pobre.
Por supuesto yo
no me quede quieta, en una reconocida disco de la ciudad la busque y me he
puesto a seducir a su novio, mientras bailaba con él en el centro de la pista,
asegurándome que todo mi cuerpo tuviera contacto con cada centímetro de su
piel, además le abrazaba y aseguraba que mis manos le tocasen hasta el último
milímetro de su excitada y sudorosa existencia… hasta que Hope se me abalanzó
con sus acostumbrados instintos asesinos…
me di gusto mechoneandola, poniéndola en su sitio a la venenosa esta, Hope
lloraría esa noche no solo de la rabia o la humillación, lloraría por
martirizar a su madre.
Al otro día mi
advertencia había sido entendida y a pesar de que Doña Luz Subindo e Compasivo
me llamo furioosa por lo que, yo, le había hecho a su niña, se que habrá otros
días donde la desquiciada de Hope la lastime y su madre no dude en llamarme de
nuevo… las malas personas son como una droga profundamente adictiva… y yo no
seré la santa, mas santa, pero más que heroína prefiero ser antihéroe…
Ya me canse de
escribir, los calmantes de este hospital hacen rápido efecto, pero este
capítulo renueva mi compromiso de contarles a ustedes mi loca vida… ¡¿Qué como
termine en el hospital?! Ya se los contare después.
Melissa Campos Coghem
Solo
para mis AmantesOANTE
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